barriobrevetristehistoria

¡MILLONDEPESOSPARAHOY!

Juéguele al millón de pesos para hoy. Mil pesitos y cuatro oportunidades para ganarrrr.


Me pasa cerquita con ese megáfono y me lo pone en la oreja ese negro mientras yo me estoy tomando el clarito con bocadillo y a mi da es por sacar ese billetico de mil engrasado que sé que tenguai en el bolsillo del overol y comprar esa boleta a ver como va la vaina.

Me devuelvo pal taller que es ahí a media cuadra y veo una o dos viejitas saborsas pasando. Una más bien simplona pero de buena cara y la otra si rellena y mostrona como las que me gustan a mi. Me acuerdo de Yeni y más bien pago paiá a ver si anda porai vendiendo minutos de trescientos y me le pego una conversaíta pa mirale las tetas que qué verriondas laptantes tan bien puestas, pero nada, hoy toca isen direto pal taller; y es pallá que pego cuando me encuentro con Don Darío embalao con unas bielas más descobaladas quiastai y le digo que no, que eso no tiene arreglo papá, que más bien las bote o que si quiere yo liago el favor y lo desencarto deso. Él queda más aburrido quiun chucho pero me entrega aquello. Qué falta de pispisia. Cómo si en Barrio triste algo no tuvriera arreglo. Acá traen hasta el carro más moderno de los modernos y seliarregla. Es que los mecánicos quiacen éstos carros pueden ser muy lipiecitos y muy monos, pero allá sí le dicen a la gente: “eso no tiene arreglo” en cambio acá en Barrio Triste nadie sabe decir eso. Acá es o siarregla o no se come. O siarregla o se liace algo aunque sepa uno que ese carro no dura un mes bueno, pero hasta mejor, ya asegura uno al cliente. Agarro ahora sí parriba porque quién quita quiaiga algún cliente esperandolon a uno y uno porai buscando sardinas. Yo digo que si yo no fuera tan saludador hasta me rendía más el día. Es que tantos años acá en el barrio uno ya conoce varia gente y uno no sabe cuando aiga que pedirle plata prestada a alguien o de pronto cambiar un repuestico escaso. Además entre más gente conozca uno más gente que lo puede invitar a uno a tomase un guarito o una cervecita ques lo que más me gusta a mi.

La tarde estuvo mala. No llegó naiden al taller. Me dediqué fue a hacerle aseo a las bielas a ver si se me iba rápido la tarde, pero nuera sino pensando en cómo era que iba a pagar el arriendo con éste mes tan malo. Yo afortunadamente nunca me casé. Hijos si tengo, pero no veo por ellos. Con decirle que ni los conozco. La familia mía es muy poquita y como a mi una época me dio por dedicamen al bazuco y a la marihuanita, no me volvieron a hablar. Afortunadamente miahorré esas preocupaciones. Yo estaba barriendo con el radio en la voz de Colombia a todo volumen cuando la voz megafónica pasó diciendo:

¡REVISEN SUS BOLETAS!

Setyjkgm.jkol-s, el numero ganador en el día de hoy, Setyjkgm.jkol-s.

Y nuera que dijeran los numeros en chino, sino que yo no oía nada. Ni bajándolen al radio pude oír el numero porque fue que como estaba tan mala la tarde y hacía tanto calor, yo me fui quedando dormido ahí en la silla rimax roja donde me siento cuando la tarde está lenta. Fue la voz de Dyango la que me acabó de dormir con su corazón mágico. Entonces empecé yo a soñar que me había ganado ese millón de pesos y que estaba haciendo lo que quería yo desde que empecé a comprar esa rifa de mierda diario. Estaba en el mar de Santa Marta (aunque no se si efectivamente era Santa Marta porque yo poraiá nunca he ido, pero se sentía como estar metido en un sancocho de doñalba pero tibiecito, tal y como me contara Don Argiro que era que se sentía el mar aiá) Pero me acuerdo que ese mar ya estaba muy caliente, hirviendo, que era más bien como un tinto de doñalba. Entonces yo gritaba y miraba a ver quien me ayudaba pero niún alma me rodeaba. Nadie. Entonces fue ahí que me di cuenta que estaba soñando porque si yo si me hubiera ganado esa rifa estaría en Santa Marta de verdad y Santa Marta se mantiene llena de sardinas bonitas (eso me dijo Don Argiro que si ha ido por aiá) entonces más bien me desperté porque pa estasen quemando dormido, prefiero estar despierto. Pero fui a abrir los ojos y no se veía sinó amarillo, y unas sirenas, y qué vaina, también me estaba quemando. Al fondo se veía la veladora que pongo cuando el día está tan malo caída en el xilol con el que estaba limpiando las bielas que de vivo le había sacado a Don Darío. El taller estaba más caliente que el mar de mi Santa Marta de sueños y yo sentía la gente gitando afuera que yo estaba aiá, que miayudaran. Pero yo estaba era llevao del hijueputa y ahí me quedé fue dormido y no supe más desta vida. Seguro el taller ya lo tienen alquilao y Don Juaco se puso bravísimo porque no le pagué los tres meses que le debía. La pelada de los minutos a trescientos se quedó sin conocer lo que puede un viagra. Ahí quedé quemao quemao. Pero lo que más me dolió fue quedar frito sin saber si era un carbón de un millón de pesos o un carbón que debía tres meses de arriendo.

Don Darío

Comentarios

Camila Avril dijo…
Chévere. Buena historia. No sé que tanto esté de acuerdo con el muerto que piensa, pero buena historia.
Agustin Sosa dijo…
Me estás haciendo acordar de mis años de vueltas x el centro (por q a uno lo mandaban a hacer vueltas y todo antes quedaba en el centro)...y con un tío q tenía taxi ibamos a los barrios de los talleres...en fin...muy bueno loco me gusta mucho el hilo la narración y el humor q de verdad tiene todo esto tan típico aún, tan común para tantos, para la mayoria, es q los de estratos altos a veces pensamos q los de por allá abajo no existen....y es mas bueno lo q viven q uno.....felicitaciones Tomás (o es Tómas en inglés?)...saludos

Entradas populares