COCACOLO



Yo también tuve alguna vez algo así con una vieja.

Silvia.

Ella y yo nos podíamos pasar seis, ocho horas hablando por teléfono. Sólo parábamos para ir al baño o para comer. Ella, pues, porque yo hacía ambas mientras hablábamos. -estoy en el baño cagando- y ella –cochino asqueroso kike, colgá haber- entonces yo vaciaba y le decía –mentiras Silvia, es por molestar-. Pero no, jaja, era verdad.

Yo a ella la conocí en la Universidad del Valle. Ella estudiaba odontología y yo, vos sabés, bacteriología. En la del Valle lo que es salud es por el mismo lado entonces nos veíamos bastante. La cosa era que ella tenía novio. Si hermano, el problema de siempre oís, coordinación. De todas formas como te digo, ella y yo nos entendíamos muy bien y cada que peliaba con el novio teníamos nuestro enredo. Lo malo era que siempre terminabam era volviendo y yo otra vez comiendo mierda.

Lo peor mano si vino fue cuando empecé a salir con los dos. El mam[1] era buena gente y a mí me empezó a caer biem. Nos volvimos amigos. Ya me daba cagada meterme con ella cuando terminabam (claro que igual ni tanta porque siempre terminaba saliendo con ella y ZUAS! Enredo. Pero si me da como rasquiña adentro del pecho ser tan mal amigo).

Una vez le oí a alguien que el triangulo es una figura muy estable. Que es más estable un banquito con tres patas que uno con cuatro. Yo que soy bacteriólogo realmente no se mucho deso mano, pero creéme que eso en el amor es verdá mano. Un triangulo como el de nosotros, con piquiña y todo, podía durar mucho, mucho mano, pero un cuadrado, el banquito de cuatro patas se cae más fácil.

Y fue que a ella le dio por empezar a salir con otro mam. Hasta allá si no. Y era tan conchuda que me contaba. Me contaba y me decía que no le fuera a decir nada a Miguel, a mi amigo. Pero un día nos fuimos a ver un partido del Deportivo Cali a Unicentro y él andaba aburrido y con ganas de tomar, y yo también, y yo sabía que era por la misma razón entonces le dije que nos compráramos una canequita[2] de ron. Él entró ahí al éxito y le dio fue por comprarse un litro que porque salía más barato. Nos lo tomamos antes del segundo gol del Cali (tremenda jugada por la derecha de Candelo) que fue como en el minuto 37 del primer tiempo. En medio de la borrachera y justo cuando el Bucaramanga hacía el descuento (tremendo tiro libre) yo saqué las fuerzas pa contarle todo. Que había otro mam, que yo me había enredado con ella, todo. Y fue que al tipo le dio una tristeza tan grande ve. Esa cara se le retorció y los ojos parecían en la boca y la boca en la frente. La nariz se le puso horizontal, mejor dicho, ese mam se retorció por fuera y pro dentro el pobre. Y a mí me dio mucho remordimiento pero yo sentía que era a lo biem contarle todo, que no sufriera más,que enterrara eso como yo. Que era esa vieja la que nos había vuelto una nada. Le dije que yo no me iba a meter con ella nunca más, que me perdonara. Que yo me les salía de la foto. Que por más que me hubiera entendido yo con ella ya no la quería porque era mala Silvia y le había puesto la cara a ese pobre mam de puro Picasso. El hombre entendió y esa noche quedamos en que no valía la pena, que suerte y muerte.

Al otro día teníamos clase de 10am. Él durmió en mi casa porque estaba muy borracho y no quería llegar a la de él porque le colocaban problema. Vos sabés que yo en Cali vivía solo porque mis papás son es de Yumbo. Amaneció y con el guayabo fresco salimos pa clase y mientras yo estaba cada vez más seguro de mandar a la única mujer con la que he sido capaz de halar 6, 8 horas por teléfono pa la mierda, el pobre mam le mandaba mensajes de texto que para que se vieran ahora en la U, que la amaba, que la quería recuperar.

Después de clases yo andaba con Márquez, que es una amigo mío que no hace sino recocha ahí en unas escaleras tirándolos pedacitos de borrador, cuando Silvia apareció y me dijo que tenía algo muy importante pa decirme que si nos íbamos pal café de afuera. Yo le dije que no, que me dijera acá, que yo estaba estudiando con Márquez pa la calse de las 12 y no tenía tiempo. Entonces dijo que bueno. Que había hablado con Miguel y había quedado en que no lo quería a él ni al otro. Que me quería era a mí. Yo le dije que muy bueno que se organizara la cabeza pero que como siempre entre nosotros, mala coordinacióm, porque yo había prometido que no me iba a meter con ella más, lástima. Mientras eso, Márquez seguía molestando y a mí me dio por tirarle un encendedor que era lo único que tenía ahí a la mano. Vos sabés que cuando uno está con un Márquez jodiendo la vida, se jode es duro o sinó sale uno perdiendo y yo le iba a tirar duro ese encendedor a Márquez pero veo a Silvia tan cerquita yo no sé si fue rabia acumulada o que la candela era de Miguel, no sé, realmente no sé, pero se lo terminé tirando fue a ella y TAS! En toda la boca mano. Y ella que grita y yo quieto, que ¿porqué? Y yo que no sé, que fue sin culpa.

No la volví a ver sinó hasta cuando me llevó la citación de la fiscalía. Por el golpe un diente le quedó café, después me contaron que fue que se le murió un nervio o algo, pero que pesar, una odontóloga con diente cocacolo, que cagada.

Si mano, yo también tuve una vieja con la que me entendía super bien,

Silvia.



[1] Que es como dicen en Cali Man:mam.

[2] Que es como le dicen en Cali a la Media, que es como le dicen en Medellín a la botella de 350ml.

Comentarios

Anónimo dijo…
cocacolo, me gusto mucho, sobretodo el uso del lenguaje caleño!! pero una cosita... silvia? ja ja ja
muy bueno...en cali colocan problemas????o los ponen
OCIOPINTORESCO dijo…
Como le dijera una profesora a amalita: PONEN, PONEN las gallinas COLOCAMOS nosotros. jajajaja.

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