Y fue que ayer soñé conmigo muerto

    tomado de: https://www.bcd-urbex.com/twin-morgue-belgium/


Que me llamaban un día, muy urgente, para reconocer un cadáver en la morgue. Que yo me levantaba y ya estaba vestido y entrando en la morgue, así rapidongo, como pasan las cosas en los sueños. Entonces pasábamos frente a varias camillas con formas de cuerpos acostados cubiertos por cobijas negras. Después de recorrer unos metros, el señor que me llamó se detiene. El señor era Natalio Ruiz, el hombrecito del sombrero gris. No me dijo que así se llamaba, pero su imagen era la que yo siempre había tenido del personaje de la canción, que a su vez era la imagen que le había dado al inspector Tun, personaje del libro que me estaba leyendo antes de acostarme a dormir. Entonces el inspector Tun, o Natalio Ruiz, me indica con la mirada que vaya a la cabecera de la camilla y toma con delicadeza las esquinas de la manta negra que cubre un cuerpo, que por las dimensiones, no creo que sea el mío. Es muy grande. El señor comienza a mover la manta y yo comienzo a verme ahí acostado, todo muerto. No me asusto. No soy yo, porque yo soy yo, y me llevaron a reconocer el muerto. Pero al verlo, dudo. Igual le digo a Natalio que sí, que confirmado, que soy yo. Él descubre un poco más y me muestra que al cuerpo le falta el pulgar de la mano derecha. Ahí sí me asusto, verme muerto, y fuera de eso mutilado, me causa náuseas. Él se dirige a una estantería y toma un tarro de vidrio. En el tarro de vidrio hay un pulgar suspendido en un líquido amarilloso, supongo que es mi pulgar. Es su pulgar –dice Natalio–. Yo no digo nada. Me entrega el tarrito. Yo lo tomo y lo giro, para verificar, sin estar muy seguro cómo, si sí se trata de mi pulgar. Después de unos segundos mirándolo, creo percibir un leve movimiento, una perturbación anormal en el líquido amarilloso. Me alarmo y por poco suelto el tarro de vidrio. Natalio, muy preocupado se acerca y me dice que tenga cuidado. De pronto el dedo se mueve, ahora sí claramente, da una giro completo y se dobla tres veces hacia delante. Yo dejo caer el tarro y digo: ¡estoy vivo!.
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Comentarios

maria elena dijo…
Me encanta. Esa sencillez y cómo me atrapó en tan pocas letras. Te felicito.

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